jueves, 14 de febrero de 2013

Ya no hay vuelta atrás



Advertencias: muy melancólico.



Con sus cabellos chorreantes y las gotas de lluvia opacando sus lágrimas lo veía partir. Él lo sabía, sabía que no iba a tardar mucho su pareja en cansarse de él si lo seguía tratando de ese modo, pero no podía evitarlo. En el fondo escuchaba las palabras de éste cada vez que le contaba lo mal que se sentía por su trato, pero no podía evitarlo.

Siempre se había sentido solo. Estaba muy acostumbrado a que la gente jugara con él y había creado una carcasa para no seguir sufriendo por ello. Y ahora, que por primera vez había conseguido a alguien dispuesto a amarlo con todo su ser, él ya no era capaz de mostrar sus sentimientos. Buscaba constantemente un pretexto para estar mal, porque estaba acostumbrado a ello y no podía dejar de ser lo que era.

Dio media vuelta y entró a la casa. Sacó el celular y empezó a ver el historial de mensajes. Había muchos “te amo”, “te extraño” y “estamos hechos el uno para el otro” entreverado con otros tantos “no tenemos que estar juntos”, “te hace mal estar conmigo” y tantas otras frases similares que se habían ido acumulando hasta convertirse en un peso muy grande para su pareja.

Comenzó a llorar desesperado -porque sí, los hombres también lloran-. Por un lado se sentía aliviado de saber que ya no le causaría más daño, que quizás estaría mal un tiempito y luego todo volvería a la normalidad en su vida; conseguiría otra pareja, una que lo ame de una forma más abierta, que se lo sepa demostrar. Pero él no podría volver a ser feliz, porque por primera vez había conseguido amar a alguien, y como un imbécil lo había dejado partir.

“Alguien me dijo una vez que todos podemos cambiar si lo deseamos y si actuamos para que el cambio suceda” pensó cuando se hubo tranquilizado un poco, pero no le encontró sentido, o tal vez sí. Él tuvo la intención de cambiar, faltó la acción para conseguirlo. Nunca supo como hacerlo.

Y las gotas caen, repiqueteando con fuerza en el techo. Y sus ojos derraman lágrimas, aunque él ya no llora. Y agarra el celular, escribe un escueto “te amo” que parece tan simple pero guarda todo lo que siente, todo el amor, el dolor de haberlo perdido, la necesidad de tenerlo consigo y la felicidad de saber que al menos él, sea con quien sea y esté donde esté, va a poder ser feliz, porque se lo merece y porque, si lo conoce como cree, aunque le haya dicho que no, va a luchar por serlo.

Uno a veces cree que el otro no sabe lo que quiere, lo que necesita. Cree tener la verdad. Está convencido de que lo que piensa es lo que realmente es, el otro está confundido y por eso no puede verlo. ¿Y si quizás no es así? ¿Y si su pareja siempre tuvo razón y en serio lo necesitaba? Pero ya es tarde para volver atrás. Cuando uno le ha hecho tanto daño a una persona no puede simplemente pedir disculpas y regresar. Hay acciones que no tienen vuelta atrás.

Es verdad, hay acciones que no tienen vuelta atrás.


~Fin~

2 comentarios:

  1. Hi!
    Aiko Kimura reportándose.

    xD Perfecto para el 14 de febrero.

    D: Qué triste terminar con tu pareja cuando llueve y eso. XD Y lo dice alguien a quien le encanta la lluvia. Pero para asuntos así, la lluvia hace más trágico todo.

    En fin. XD Supongo que tu intención al escribir no era que alguien filosofara sobre la lluvia, ¿verdad?

    Pobre tipo, qué mal que se siente. Pero para el otro tampoco resultó fácil, imagino.

    Me gustó en especial el final. Porque al término de una relación, junto con otras dudas, siempre quedan los "¿y si...?" que terminan por atormentar más a los desconsolados. Pero, tal como dices, no hay vuelta atrás. Y hay que seguir.

    Y cómo el chico, después de llorar y qué se yo, toma una visión un tanto más positiva del asunto y no se hunde en la depresión y que todo está mal y blas. Dice mucho de él que piense que, a pesar de todo lo que quiere al otro, éste puede ser feliz. Y que lo desee.

    ^^ Y eso. Un gustazo leerte, ya sabes :D.
    ¡Cuídate un montón! Ojalá nos estemos leyendo pronto.

    Aiko-chan se retira;
    Bye!

    ResponderEliminar
  2. Fue una casualidad enorme que publicara esto el 14 de febrero, lo tenia escrito hacia unos dias pero por diversos motivos no pude publicarlo antes. Es el destino (?)

    Creo que las cosas deberían ser así. Que separarse mal es en vano, por mas que lo que haya propiciado la separación no haya sido bueno. Si de verdad querés a alguien vas a querer que sea feliz, si es con vos mejor, pero sino igual. Y si sentís que lo hacés infeliz creo que es lógico querer dejarlo, ¿no?

    Gracias por leer siempre y dejarme tu opinión. Yo tengo que cumplir, que leí varias entradas en tu blog y no las comenté.

    Nos estamos leyendo. Un beso.

    ResponderEliminar