Eterno silencio

Silencio.

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Advertencias: muerte de personaje.

  Siento infinidad de sonidos todos los días, a toda hora. El despertador suena, las aves cantan; salgo de la cama, me visto y bajo al comedor. El agua hierve, las tostadas están listas; desayuno y agarro los libros para ir al colegio. Los perros ladran, los vehículos me adelantan; camino tranquilamente.

  La profesora explica, mis compañeros platican; no atiendo ni a uno ni a los otros. El timbre suena, los chicos salen corriendo; permanezco sentado leyendo un libro. La rutina se repite durante cuatro horas más, en que voces y golpeteos inundan mis oídos. Cuando al fin las clases terminan soy el último en abandonar el salón.

  Los niños juegan, los perros corren; camino perdido en mis pensamientos. Un motor retumba, los frenos chirrían; cuando soy conciente de la situación ya me encuentro tendido en el suelo. Gritos y llantos, miles de preguntas y escasas respuestas; mis ojos se cierran a causa del dolor. La voz de mamá y papá, una sirena a lo lejos; los sonidos se vuelven difusos.

  Sólo un minuto más y todo sonido se apaga. Ya no más despertadores ni aves; tetera ni tostadora; perros ni vehículos; voces, timbres ni pasos; golpeteos inquietos; niños jugando; motores ni frenos; gritos, llantos, preguntas ni respuestas; mamá, papá, sirenas. 


  Sólo queda el silencio. 


  Eterno silencio.


~Fin~